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Las Estrategias Botijo

Cartel de YouTube

Charla TEDxAlcoi

“Si ves un fraude y no dices que es un fraude, el fraude eres tú”.

—Nassim Taleb

¿Cómo dejamos que la industria de los fondos nos tome el pelo hasta el punto de hacer desaparecer miles de millones de euros de nuestro ahorro? ¿Hay alternativa factible para el ahorrador de a pie?

En esta charla TEDx, después de mostrar la ineficacia y la ausencia de valor añadido que, en su conjunto, tiene la industria de los fondos para el cliente final, propongo una familia de estrategias en forma de respuesta —que he llamado «Estrategias Botijo»—, donde intento mostrar que invertir no es tan difícil como interesadamente se nos vende. Creo que hay un lugar para ser eficaces haciendo bien unas pocas cosas esenciales que todos podemos hacer en casa, y otro para aquellos que desean aventurarse más allá en el arriesgado territorio de la complejidad.

Ponderando lo que he llegado a conocer en esta industria —tanto como profesional de la gestión como leyendo todo lo que he podido encontrar al respecto—, creo con Voltaire que «lo perfecto es enemigo de lo bueno» y que las Estrategias Botijo son, en su sencillez y a largo plazo, la opción «menos mala y peligrosa» que humilde y honestamente he encontrado al complejo y difícil problema de la inversión.

Estas estrategias están inspiradas en dos características fundamentales y permanentes de la economía que la Escuela Austríaca de Economía supo identificar y poner en relevancia. Por un lado aprovechar la inevitabilidad de los ciclos económicos. Y por otro, aceptar las consecuencias de nuestra incapacidad de predecir el devenir de las actividades humanas —como son los mercados financieros. Los conocedores de la Escuela Austríaca de Economía reconocerán con naturalidad dichas hipótesis, avaladas además por una abrumadora evidencia empírica.

En primer lugar se trata de aprovechar la inevitabilidad del ciclo económico, participando en la capitalización que los activos financieros clásicos hacen del ciclo de manera natural (sin «forzar»; como hace el botijo al enfriar el agua de manera natural).

Y en segundo lugar, aceptar la imposibilidad de predecir el futuro de los mercados financieros. Lo que tiene como consecuencia llevarnos al único modelo de Asset Allocation coherente con nuestra incapacidad de predecir el futuro.

El resto será dejar que el tiempo trabaje a nuestro favor y no en nuestra contra —batiendo de paso los resultados de más del 90% de los productos de la industria—, no escuchar las noticias, minimizar los costes, y centrarnos en las cosas importantes en las que nuestras acciones sí que pueden aportar valor.


Directorio de temas tratados en la charla

Creer que se puede resumir en menos de un cuarto de hora estas cuestiones, sin sacrificar el rigor y profundidad necesarios en estos temas, sería algo utópico.

Las virtudes que han llevado al éxito el formato TED imponen limitaciones en cuanto a tiempo, formato y contenido —evitando especialmente el vocabulario técnico— que nos obligan a hacer continuas concesiones y a utilizar maneras de expresarnos (como floridas metáforas) que en otro contexto desacreditarían el discurso.  Pero como explica el propio Chris Anderson, director de TED:

En tu charla sólo recorrerás la distancia que puedas cubrir con la suficiente profundidad para que resulte convincente la idea que quieres comunicar.

No sé si lo he conseguido. En cualquier caso, en este directorio iré ordenando posts en los que profundizaré un poco más en los temas aludidos durante la charla, agrupándolos en tres grandes bloques conceptuales. Por supuesto, se pueden leer en cualquier orden:

I. Los fondos perjudican seriamente tu salud financiera

II. Crítica al paradigma actual de inversión

III. Adoptar al botijo


Agradecimientos

Una charla TED no surge espontáneamente, ni se improvisa cuando uno pisa el gran punto rojo sobre el escenario. Al contrario, es un proceso de meses, o incluso años, en el que intervienen muchas personas. Personas que viendo sólo el vídeo no se sospecha lo mucho que han contribuido a que la charla esté accesible para todo el mundo en Internet.

Por eso me gustaría agradecer públicamente la contribución de todo el equipo técnico y de apoyo de @TEDxAlcoi. Pero especialmente al Dr. David Pla, alma mater del evento, quien me metió en este “embolao” al confiar en que sería capaz de dar una charla breve, interesante y enriquecedora, sobre un tema tan aburrido, extenso y abstracto como los fondos de inversión y las inversiones.

Han sido unos meses de inesperado trabajo y sufrimiento (¡Si lo sé no vengo, David!), pero que han valido mucho la pena. Sus legendarias “tijeras” recortaron —dolorosa pero necesariamente— muchas páginas de los interminables borradores iniciales. Razonamientos y puntualizaciones rigurosas que me parecían interesantes y necesarias, pero que eran ‘irrelevantes’ para el mensaje final que quería transmitir: Nos dejamos tomar el pelo por la industria financiera, cuando uno en casa es capaz de invertir sus ahorros igual o mejor que la mayoría de los profesionales. Las ideas de David permitieron darle frescos giros a un monótono y casi académico texto original, ayudando a que menos público se durmiera durante mi charla.

A mi primo Juan, quien a pesar de su siempre apretada agenda, me dedicó todo un fin de semana a intentar poner remedio a mi patológica falta de memoria. No sólo me ayudó a superar lo que creía imposible —retener y poder contar con cierta naturalidad mis ideas— sino que me regaló un método de trabajo que llevaré siempre conmigo. (Por cierto, la sobrasada casera de Mallorca —que compartimos con su mujer Ana—, ayudó bastante a soportar el alto nivel de exigencia de mi primo).

A Martín Huete, Pablo Fernández y Unai Ansejo: Valientes pioneros en España de la denuncia y divulgación de una industria que sigue timando al pequeño ahorrador cómo y cuando le da la gana. Especialmente a Martín por inspirarme a la hora de condensar en breves frases la potencia a largo plazo tanto de la erosión de las comisiones como del crecimiento exponencial —sin entrar en detalles matemáticos que generalmente confunden a quienes queremos ayudar.

A mi hermano Jorge por ayudarme con elementos gráficos de la presentación, y a Rosana Gadea por conseguir in extremis un auténtico botijo alcoyano para acompañarme sobre el punto rojo.

A Quique Pedrós, gran jugador de ajedrez, monologuista y mejor amigo, por regalarme preciosos consejos y píldoras de humor con las que aderezar y transformar mi aburrida disertación.

A Chomsky, nuestro sabio labrador negro, quien disfrutaba tanto de mis ensayos que lo celebraba con siestas cada vez más extensas y profundas.

Y finalmente pero no menos importante, a mi pareja Jessica. Primero por ayudarme a descartar docenas de ideas “locas” y recortar varias páginas del primer borrador. Segundo por soportar mis ensayos con paciencia infinita. Y tercero y sobre todo, por perdonar las innumerables veces que mi mente abandonaba el presente junto a ella y decidía unilateralmente seguir elaborando por su cuenta fragmentos de la charla en un tiempo y una galaxia muy lejana…

Gracias a todos. Por supuesto, cualquier fallo o error en la charla es sólo mío, faltaría más.

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